Capítulo 4 – El Regazo del Lujo. 17 ABY



Un punto brillante se divisaba a lo lejos, hacia donde avanzaban las lanzaderas. El punto se fue haciendo más y más grande, más grande que un meteorito, más grande que un asteroide… hasta que Gwen reconoció una fragata tipo Carraca de Manufacturas Damonia.

Antes de cambiar el rumbo, pudieron ver que la fragata que comandaba Mar Barezz se había topado con un transporte de lujo GX1 de la Naviera Lantilla, y el comunicador comenzó a parpadear. La senadora Cade respondió a la llamada:

- Al habla el oficial Covel del Transporte GX1 Luna de Cristal, estamos siendo atacados. Nuestro hiperimpulsor ha sido dañado. Es de vital importancia que las personas que llevamos a bordo sean rescatadas.

Cade preguntó por las personas que ocupaban el Luna de Cristal y le comunicaron que Darryl Albar y la Senadora Mon Mothma iban a bordo.

Cade le dijo a la piloto del Equinoccio que era de vital importancia poner a salvo aquel transporte, así que Gwen hizo una maniobra para evitar los turbolásers de la fragata. Debía acoplarse al transporte y salir de allí. Pidió a Rochwa que activara las pantallas mientras Cade manejaba los lásers acoplados y Silv@ subía a manejar el cañón iónico doble. Rochwa se giró con una expresión confundida y con un gruñido le dijo a Gwen que parecía ser que no disponían de escudos. Gwen Speedracoon, sobresaltada esquivó el fuego enemigo mientras el cañón iónico era disparado sin éxito y hacia atrás por Silv@, y Cade fallaba también algunos disparos. Gwen consiguió acoplar el Equinoccio al transporte mientras recibía los disparos de la fragata, así que en una maniobra de fantasía, consiguió colocar el transporte entre los disparos de la fragata y el Equinoccio, mientras los ocupantes del transporte entraban por la pasarela.

Uno de los disparos de la fragata impactó en el depósito de combustible del transporte y este explotó, lo que hizo que el Equinoccio saliera despedido lejos de la Carraca Imperial y de los restos del transporte. Cuando Gwen consiguió estabilizar el rumbo, saltó al hiperespacio en dirección a la Base Alpha del planeta Hoth.

Durante el viaje, Mon Mothma conversó con la joven Senadora Cade Gia acerca del planeta natal de ambas, Chandrila. Según parecía, en el planeta continuaba todo igual a pesar de los largos y oscuros brazos del imperio. Mientras tanto Darryl Albar intentaba preguntar a Rochwa dónde guardaban la comida.

Desde su laboratorio en la Base Alpha, El Dr. Diego Mados tenía buenas vistas de las tormentas de meteoritos que caían sobre el planeta Hoth, las cuales se dedicaba a estudiar desde que dejó a regañadientes su puesto en demoliciones en la Alianza. Algo que parecía un meteorito solitario se aproximaba al planeta. Saltó de su silla y agarró los macrobinoculares. No podía creer lo que mostraban: una nave que había vendido hacía ya años a la Alianza cuando se cansó de deambular por la galaxia en busca de aventuras, se aproximaba al planeta con la parte izquierda del fuselaje totalmente destrozada. Corrió hacia el muelle de embarque y llegó a tiempo para presenciar la espectacular entrada sin tren de aterrizaje. Después de varias vueltas sobre su eje, la nave se detuvo y los droides extintores y el personal del muelle se acercaron a socorrer al Equinoccio de Otoño.
Los ocupantes bajaron del carguero y fueron atendidos con celeridad. Fueron llevados a varias cámaras médicas para someterse a revisión y reposo. 

Al día siguiente, se celebró una ceremonia en la que Mon Mothma condecoró a la senadora Cade Gia, a la piloto Gwen Speedracoon, al extranjero Silv@ y al técnico Rochwa con la insignia de Tenientes de la Alianza. Fueron reconocidos sus méritos en el planeta Rhamsis Callo, decantando a los Schenor del lado de la Alianza y salvando posteriormente a la senadora Mon Mothma y al noble Darryl Albar.

Diego Mados se acercó a Gwen para preguntarle por el Equinoccio de Otoño y explicarle que fue su hogar durante muchos años standard. Gwen le explicó cómo lo habían conseguido y que sería muy difícil repararlo, pero que seguramente harían todo lo posible.

Después de dos semanas el Equinoccio de Otoño estaba reparado y pasando las pruebas de pilotaje y recomputación pertinentes. Cade, Gwen, Rochwa y Silv@ fueron llamados al cuartel general de la Base para encomendarles su próxima misión. Mon Mothma y Darryl Albar debían llegar a Corellia para llevar los resultados de una reunión que tendría lugar a bordo de un transporte de lujo que salía del planeta Bespin. Tenían que viajar hasta Bespin en el Equinoccio de Otoño y tomar el Estrella Plateada. Gwen y Cade debían hacerse pasar por aristócratas, y Silv@ y Rochwa por su escolta personal. Serían acompañados por Diego Mados, aunque él tenía otra misión en Corellia. Realmente, los cinco debían velar por la seguridad de Mon Mothma.

Programaron la ruta de astrogración y en menos de un día llegaron a la ciudad de las nubes. A lo lejos podían divisar las cúpulas sostenidas sobre el planeta gaseoso. Dos naves de seguridad les escoltaron hasta el espaciopuerto mientras registraban el código del Equinoccio de Otoño. Todo estaba en orden, así que entraron en el espaciopuerto sin problemas.

Una vez en “tierra” se dividieron. Cade y Gwen fueron a comprar atuendos apropiados para simular que pertenecían a la aristocracia. Silv@, Rochwa y Diego fueron a comprar los pasajes para el Estrella Plateada. Mon Mothma y Darryl Albar, que ya tenían el pasaje concertado, les esperarían a bordo.

El Estrella Plateada despegó del planeta Bespin, era muy lujoso por dentro, plateado y ribeteado de blanco, con varios restaurantes y decenas de camarotes. Los cinco se encontraron con Mon Mothma en el punto de encuentro que habían acordado y Cade y Gwen fueron presentadas como aristócratas de Corellia y Chandrila con su respectiva guardia personal. Diego pasaba desapercibido, desenvolviéndose con el protocolo en la medida de lo posible.

Se fueron a los camarotes a descansar. La reunión donde se decidiría el asunto de la quinta columna en el senado galáctico comenzaría en unas diez horas, por lo que tenían tiempo para relajarse.

Durante uno de sus paseos por la nave, el Dr.Diego Mados tuvo la oportunidad de observar la ruta que seguía el Estrella Plateada, la mayoría de transportes estaban dotados con paneles donde se mostraba la ruta que seguían, pero parecía haber algo extraño en el panel que mostraba la ruta de aquella nave. Con unos cálculos mentales, Diego pudo descubrir que el panel no mostraba realmente la posición correcta del Estrella Plateada. Diego Mados, conocedor de las argucias del Imperio Galáctico comenzó a sospechar que algo ocurría a bordo del supuesto transporte e intentó localizar al Capitán.

La reunión de los antiguos altos cargos del Senado Galáctico comenzó en la sala principal de la nave. Gwen y Cade estaban presentes y alerta con sus respectivos guardaespaldas wookie y noosferi apostados de pie junto al resto de la guardia personal de los aristócratas, a escasos metros de ellas. La sala tenía las paredes plateadas ribeteadas en blanco, al estilo de toda la nave. Mon Mothma comenzó a hablar acerca de la necesidad de posicionamiento de las culturas y razas de toda la galaxia en cuanto al nuevo Imperio surgido a raíz de los poderes otorgados al ahora Emperador Palpatine. También habló de sus conclusiones (a favor) de incluir una quinta columna en el ya conocido intento de reestablecer un senado galáctico dentro del Imperio.

Mientras la reunión transcurría, el Dr. Diego Mados no localizaba al Capitán del Estrella Plateada por ninguna pare, así que decidió introducirse en la computadora central del Estrella Plateada. De este modo pudo averiguar que la nave se dirigía hacia el sistema Geonosis, un planeta prisión donde probablemente querrían encerrar a la senadora Mon Mothma. El Doctor corrió por los pasillos y escaleras de la nave hasta llegar a la sala donde se celebraba la reunión. Soicitó a los guardias que custodiaban la puerta que avisaran a las aristócratas Cade y a Gwen debido a un asunto de vital importancia.

En ese momento se producía un receso, así que todos abandonaron la reunión y salieron al pasillo. Diego les contó a sus compañeros lo que había descubierto. La estrategia que acordaron fue que Silv@ intentaría acceder al puesto de mando, Diego prepararía las cápsulas de escape y cargaría en una cápsula el Ytterbio Estabilizado que debía llevar a Corellia y Rochwa, Gwen y Cade volverían a la reunión tras el receso e intentarían mantener a salvo a la Senadora Mon Mothma.

Silv@ se deslizaba sigilosamente por el piso superior del Estrella Plateada y aprovechó el cambio de turno de uno de los guardias para colarse en el ascensor que llevaba al mando del transporte. Cuando las puertas del elevador se abrieron en el puesto de mando, observó con asombro que la nave no estaba siendo pilotada por nadie y pudo ver en la consola central como, efectivamente, el transporte se dirigía realmente hacia el sistema Geonosis. Utilizando el comunicador, avisó a Gwen y Cade de que las sospechas de Diego eran ciertas y corrió hacia las cápsulas de escape.

Diego no se había dedicado a cargar el Ytterbio, sino que hizo saltar las alarmas del Estrella Plateada y dejó preparada una sorpresa para cuando el transporte llegara a Geonosis. Un cortocircuito haría explotar la nave cuando tomara tierra sin nadie a bordo. Con las alarmas activadas, todos los tripulantes corrieron hacia las cápsulas de escape que caerían sobre el planeta Nelvaan. 

Los Tenientes y la Senadora fueron los últimos en abandonar la nave, ya que debían cargar el Ytterbio Estabilizado, así que sus cápsulas fueron las últimas en eyectar. El Estrella Plateada seguía su rumbo programado mientras tres cápsulas con Cade, Diego, Gwen, Rochwa, Silv@ y la Senadora Mon Mothma, caían inevitablemente hacia el planeta natal de Diego: el planeta Tatooine.

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