Capítulo 1 – Huída Rebelde. 18 ABY

La joven Cade Gia, estudiosa de la obra de Mon Mothma y de sus hazañas en el Senado Galáctico, siendo consciente de la justicia y el honor que envolvían a la senadora, decidió comunicar a sus padres que se alistaría en la Alianza Rebelde y que ayudaría en lo que estuviera en su mano. A pesar de que su padre se opuso, su madre le dio su apoyo y un contacto rebelde: el capitán Tiree. Cade logró contactar con él y fijaron un punto de reunión en la mina abandonada Mesa 291 en el planeta Bothawui del sistema Both. Tiree había contactado también con una antigua piloto humana que participó en las Guerras Clon del lado de la República en la Batalla de Kashyyyk. Gwen Speedracoon, consiguió escapar junto con Rochwa en su maltrecha nave y en el puerto espacial de Bontham contactaron con Tiree mediante un canal seguro mientras su Ala-Y era reparada. Tiree  les dijo que se encontraran con la senadora Cade en la cantina del puerto espacial y cuando se encontraron, decidieron contratar un transporte en una nave de contrabando rumbo hacia Mesa 291.

Al llegar a la desolada mina, el contrabandista dejó a la senadora Cade, a Speedracoon y a Rochwa a unos metros de la entada de la mina y se marchó. En el momento en el que se disponían a entrar en la mina, vieron cómo una nave entraba en la atmósfera y se estrellaba a un par de kilómetros de allí. Temiendo que fuera la nave de Tiree, fueron en su busca y se encontraron con un ser que ninguno de ellos había visto jamás. El alienígena se comunicaba con un antiguo dialecto del lenguaje común de la galaxia, pero emitía sonidos agudos entre algunas frases. Parecía nervioso pero lograron tranquilizarlo cuando vio que no le atacaban a pesar de estar malherido. Su nombre era Silv@ y les acompañó hacia la mina, ya que se encontraba perdido y sin poder indicar las coordenadas de su planeta natal.

Al entrar en la mina, fueron directamente al punto de encuentro y toparon con un droide R2. Tiree prometió encontrarse con ellos allí y llevarlos en lanzadera a una base rebelde en la que podrían unirse a la Alianza, pero según parecía el encuentro no iba a producirse. Cerca del droide había unas cajas y al examinarlas encontraron siete trajes de vuelo, seis auriculares comunicadores, cinco cuerdas de diez metros, cuatro varas brillantes, seis pistolas blaster, 20 cargas de munición blaster, cuatro granadas de humo y cuatro granadas. El droide, en medio de la habitación, giró su cúpula de un túnel a otro. Con un pausado “whoop dee doo”, se inclinó hacia atrás, posando su pierna retráctil sobre el suelo y rodó hacia el túnel por donde habían entrado. Al escuchar pasos de tropas de asalto, se marchó rápidamente hacia el otro túnel emitiendo bips impacientes para que le siguieran.

Corriendo por oscuros túneles de los que colgaban cables y líneas de energía, expuestos como las tripas de un animal herido, evitando destellos de energía y petardeos que demostraban que por la mina circulaba aún mucha energía, giraron en un recodo de formex y se econtraron a tres Mynocks en su nido, alimentándose de los cables de energía. Uno de ellos se precipitó hacia Rochwa con un chillido ruidoso y penetante y con una cascada de chispas azules, pero con un golpe seco de Rochwa, el Mynock cayó al suelo aleteando. Silv@ se adelantó a ayudar a Rochwa y entre los dos consiguieron aplacarlos.

Decero, ansioso por alcanzar los montacargas que se encontraban cerca de la entrada, les condujo a los cuatro de regreso al túnel principal, pero Rochwa, al asomarse vio que las tropas de asalto habían montado un cañón blaster medio en la entrada de la mina. Al volver hacia los tuneles secundarios, se encontraron envueltos en un tiroteo con varios soldados de asalto que habían alcanzado su posición. Mar Barrez, un oficial de la Oficina Imperial de Seguridad (OIS), utilizó el sistema de comunicación de Mesa 291 para intimidarles, pero finalmente y gracias a una granada de humo, consiguieron huir de los soldados de asalto.

En medio de la confusión, Silv@ huyó hacia el otro lado y se quedó solo. Sus compañeros corrieron siguiendo a Decero y llegaron al pozo principal perseguidos por los soldados de asalto. Cade utilizó el comunicador para hablar con Silv@ para avisarle de que todo estaba infestado de imperiales y, en un momento de lucidez, Silv@ cogió uno de los intercomunicadores de un sodado de asalto caído e intentó distraer al resto fingiendo ser uno de ellos. Comunicó una posición falsa de sus compañeros, pero al acabar su comunicado emitió el sonido característico de su dialecto “syiiiipinailel” y no consiguió confundir a los imperiales.

Mientrastanto, Rochwa descendía con R2-D0 al nivel inferior mediante un viejo cabrestante manejado por Gwen. Después bajó Cade, pero cuando Gwen intentó bajar, resbaló y cayó al pozo incandescente. Con el grito de Silv@, la senadora Cade, de forma refleja y absurda tiró su cuerda de diez metros y Gwen después de fallar en su intento de agarrarse a los cables que colgaban de las paredes, consiguió agarrarse a la cuerda de Cade y caer malherida cuatro niveles por debajo de donde se encontraban sus compañeros.

Las tropas de asalto intentaron descender por los montacargas del pasillo principal, dejando libre el acceso a Silv@ hacia el pozo principal. Rochwa consiguió abrir la puerta y accedieron a una sala llena de maleza con dos columnas de piedra. Dos andadores AT-2T se acercaban a la caverna, pero Rochwa, Cade y Silv@ consiguieron esconderse. Dos soldados bajaron de los andadores buscandoles, pero fueron alcanzados por los disparos de Cade y Rochwa. Detrás de ellos había tres Alas-Y camufladas y Tiree malherido les esperaba en una de ellas. R2-D0, con un salto, se acopló al Ala-Y de Tiree, Rochwa y Silv@ cogieron una de ellas y Cade fue a buscar a Gwen con la otra. Ascendieron hacia el nivel principal y después de un intercambio de disparos con los imperiales que guardaban la entrada, consiguieron salir al espacio exterior. Tiree les envió las coordenadas de la ruta hiperespacial y saltaron al hiperespacio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario