Capitulo 2 - Brilla, Equinoccio de Otoño. 18 ABY


Las tres naves salieron del hiperespacio en el sistema Sarrahban, concretamente en la órbita del planeta con el mismo nombre, un sistema neutral sin demasiado interés por parte del imperio. Al intentar comunicarse con Tiree, a pesar de que los comunicadores de las naves se encontraban en perfecto estado, no pudieron lograrlo y dedujeron que Tiree había perdido el conocimiento durante el viaje. En ese momento, recibieron una comunicación para Tiree en la frecuencia que estaban utilizando: - “Aquí el Equinoccio de Otoño, Tiree, ¿me recibes? Oh no! Han llegado antes de lo esperado. Maniobra evasiva!

La comunicación provenía de un carguero que abandonaba el planeta escoltado por varios saltadores T-16. En ese momento, un destructor imperial y varios cazas TIE aparecieron del hiperespacio en un parpadeo y comenzaron el ataque contra el carguero. Varios cazas iniciaron una ofensiva contra las tres Alas-Y y en un intento de alejarlas del Ala-Y de Tiree, Gwen y Rochwa se alejaron. La senadora Cade hizo gala de su dominio en la artillería naval, destruyendo varios de los cazas TIE y evitando que el Ala-Y de sus compañeros fuera destruida. Aunque los saltadores también consiguieron defenderse valerosamente, el Equinoccio de Otoño fue alcanzado y cayó hacia el planeta. R2-D0 guió a la nave de Tiree hacia el planeta y la ocultó en los altiplanos ecuatoriales.

Gwen y Rochwa dirigieron sus naves hacia donde había aterrizado el Ala de Tiree y dejaron las tres naves ocultas, cargando con Tiree hacia el Equinoccio de Otoño y esperando que el carguero dispusiera de una unidad médica con un tanque bacta. Después de varios kilómetros llegaron al maltrecho carguero. Las rampas de acceso estaban bloqueadas y utilizaron dos saltadores que parecían funcionar para desbloquear las rampas. Entraron en el carguero y para su sorpresa, en el almacén se encontraban unas cajas de plastiacero con un etiquetado en el que rezaba: YTTERBIO ESTABILIZADO.

Se adentraron en el carguero buscando señales de vida, y recibieron un disparo de aviso. Alguien solicitaba su identificación. Cuando mostraron a Tiree, el mayor Liam Codi presentó a la tripulación: los pilotos Chris Tomkins y Jo Stanley, la Artillera Kara Korosek y el médico Punset Hooper. Les dijo que había dos impulsores dañados y que varios miembros más de la tripulación estaban heridos de gravedad y un artillero había muerto, así que fueron en busca de ayuda. A varios kilómetros encontraron una tribu de nativos Feeorin. Cade les saludó en su idioma y así consiguieron comenzar con buen pie y les llevaron ante el jefe de la tribu. Les ofrecieron su ayuda para proveer alimento y cuidar del carguero mientras ellos iban al espaciopuerto de Rosh Il a comprar los impulsores  con los 200 créditos que el Mayor Liam Codi les había facilitado.

Cruzaron el océano de metrilio con los saltadores y llegaron al espaciopuerto en varias horas, pero no advirtieron que el espaciopuerto se encontraba bajo la ley marcial del imperio, así que al bajar de los saltadores, varios guardias imperiales les preguntaron qué habían ido a hacer allí. Cade les dijo que iban a hacer algunas compras pero que se irían pronto. Cuando les preguntaron que tipo de compras querían hacer, Gwen les dijo que necesitaban unos impulsores para un carguero y las órdenes que tenían los guardias, que provenían del destructor que orbitaba el planeta, eran capturar a cualquier sospechoso que entrara en el espaciopuerto ya que buscaban a los ocupantes del Equinoccio de Otoño.

Gwen, Rochwa, Cade y Silv@ fueron despojados de sus pertenencias y llevados a un bloque prisión para ser interrogados acerca del paradero del Equinoccio de Otoño.

Las celdas eran precarias, probablemente almacenes reaprovechados, con puertas de metal manipuladas para que fueran imposibles de abrir desde dentro. Las salas vacías de plastiacero oscuro tenían una peculiar forma hexagonal.

A las pocas horas de estar prisioneros, aparecieron en la celda de Silv@ unos humanos con batas blancas. Silv@ retrocedió unos pasos, pero antes de que le diera tiempo a pensar nada, le dispararon un dispositivo con el que quedó paralizado y fue llevado a otra sala tres pisos más arriba.

Cade fue tambien visitada a las pocas horas de su cautividad por el oficial de la Oficina Imperial de Seguridad, Mar Barrez, del cual consiguieron escapar en el paneta Bothawi. Le acompañaban dos soldados de asalto y un droide de tortura.

- Nos volvemos a encontrar… - dijo el oficial Barrez. – Tenemos información muy valiosa acerca de usted. Más le valdría haberse quedado en su planeta natal en el amparo de su ridícula democracia. Lamentablemente, tuvo usted que contactar con la Alianza. ¿Por qué motivo lo hizo?

Cade se dio cuenta de que algo no iba bien, no era posible que supieran que había contactado con la rebelión, así que hizo uso de su experiencia como senadora para intimidar al oficial y decile que la sacaran de allí, que no merecía ese trato. El droide le aplicó un suero de la verdad para comprobar que decía la verdad pero Cade consiguió engañarle con gran esfuerzo, así que fue trasladada tres piso más arriba a una habitación con todas las comodidades. Cuando iba de camino, pudo ver en una sala a Silv@ tumbado en una camilla con varios médicos imperiales inspeccionandole.

Al cabo de una hora sonó la alarma y las puertas de las celdas de Gwen y Rochwa se abrieron. Escucharon disparos y al salir al pasillo vieron que Liam Codi, Kara Korosek, Jo Stanley, Chris Tomkins y Punset Hooper habían ido a rescatarles. Les facilitaron un blaster a cada uno y se dirigieron hacia el ascensor para bajar al hangar, pero a medio camino el ascensor fue bloqueado. Rochwa arrancó un panel para ver si conseguía ponerlo en marcha de nuevo, consiguió saltarse el control de bloqueo y el ascensor descendió hasta el hangar. Al llegar al hangar las puertas de las plataformas de despegue comenzaron a cerrarse y en los otros ascensores bajaban tropas de asalto para interceptarles. Escondidos entre varias cajas intentaron acceder al control de las puertas del hangar y se inició un tiroteo.

Cade solicitó un guardia en sus aposentos a través del intercomunicador de la habitación. Cuando el guardia llegó, Cade le sorprendió rompiendole un jarrón en la cabeza, se apropió de su blaster y fue a buscar a Silv@, pero ya no estaba en la habitación donde le había visto, así que fue hacia los ascensores y bajó al hangar. Al ver el tiroteo, se movió furtivamente hacia la escalera que subía al puesto de mando, hirió a dos imperiales y utilizó los controles para abrir las puertas del hangar. Mientras se abrían, todos corrieron hacia los saltadores T-16 para escapar.

Gwen consiguió evitar dos disparos de un cañón de iones y Kade evitó otro más, pero aún y así, fueron perseguidos por seis deslizadores imperiales por las calles de Rosh Il. Liam Cody les dijo que intentaran ocultar los saltadores y que se reunirían en la Taberna de Darkel. Todos consiguieron dejar atrás a los deslizadores, excepto Punset, que tuvo que saltar de su repulsor antes de que se estrellara. Uno a uno fueron llegando al lugar acordado y se reunieron en una mesa lejos de la entrada.

La taberna de Darkel era un lugar oscuro y lleno de gente, con una música estridente que llenaba el inmenso local. En la puerta había varias luces de freón alumbrando la entrada y un letrero de neón donde lucía el nombre del negocio.

Silv@ despertó en una sala completamente blanca, estirado en una camilla y con un humanoide mecánico a su lado. Intentó incorporarse a pesar de la pesadez que sentía en su cuerpo y al hacerlo, escuchó como el droide médico le decía: - Vuelva a estirarse o tendré que dar la alarma. Silv@ intentó cogerle del cuello, pero el droide le cogió las manos, así que Silv@ utilizó su cabeza para golpear al droide y dejarlo inutilizado.

La alarma fue dada. Silv@ le arrancó un brazo al droide para utilizarlo como arma y salió al pasillo. Escuchó tropas de asalto que le disparaban pero consiguió meterse en el ascensor y pulsó el botón donde indicaba SOTANO.

El ascensor fue bloqueado pero había un panel arrancado. Sin saber con certeza qué hacer, juntó dos cables y el ascensor cayó a plomo. Silv@ aguantó la caída y desorientado salió a lo que parecía ser un aparcamiento, cogió una capa impermeable que había colgada y se escondió entre dos coches. Los soldados de asalto estaban llegando, pero la puerta del aparcamiento se abrió y aprovechó el momento en que se cerraba para escurrirse por debajo. Vagó por la calle principal de Rosh Il hasta llegar a unas luces de freón. Se sentía bien recibiendo aquél tipo de luz, así que se sentó en la puerta tapado por la capa y esperó.

Liam Codi les explicó la situación. Estaban siendo buscados por el imperio, así que con la máxima rapidez y discreción debían conseguir el impulsor del Equinoccio de Otoño. Les dijo que había tres desguaces en Rosh Il, así que hicieron tres grupos y el primer grupo que consiguiera las piezas avisaría al resto y se irían rápidamente de allí. Les preguntó que si había algo que se les pasara por alto, pero con las ganas que tenían todos de abandonar aquél planeta, se olvidaron de Silv@.

El primer grupo que abandonó el local era el formado por Cade, Gwen y Rochwa. Salieron del local y se dirigieron al desguace que les había indicado Liam. Lo mismo hicieron Kara, Punset y Liam, y por último salieron Jo y Chris. Al salir, Jo vio un tipo que parecía pedir limosna en la puerta del local. Se fijó bien y vio que su mano parecía de alguna materia vegetal, así que pensó que podría ser el que venía con Cade, Gwen y Rochwa. Efectivamente, era Silv@, así que le ayudaron a levantarse y se lo llevaron con ellos.

Cade, Gwen y Rochwa llegaron al desguace. Un humano con una barriga más llamativa que su barba de siete días les recibió y les preguntó qué buscaban. Se trataba de Es Krot, el comerciante de piezas de repulsores y astronaves más famoso del sistema Sarrahban. Le solicitaron un impulsor para un carguero clase dinámico con la máxima discreción, excepto Gwen, que estaba emocionada y estuvo a punto de darle las coordenadas y el nombre del carguero. Es Krot les miró con cara de sospecha, pero finalmente accedió a pesar de que el pago era un saltador T-16 usado. Rochwa se encargó de enseñárselo a dos de los ayudantes de Es Krot los cuales le entendieron a la perfección aunque Rochwa se expresara con gestos.

Avisaron a los otros grupos de que tenían en sus manos el impulsor y se fueron en los saltadores que quedaban. Liam tuvo que cambiar uno de los saltadores por un vehículo de tres plazas en el desguace más ‘chic’ de Rosh Il, pero consiguieron llegar todos al lugar donde el Equinoccio de Otoño permanecía oculto y protegido por la tribu Feeorin.

Rochwa, Jo y Chris instalaron el impulsor en el Equinoccio de Otoño y el imperio apareció justo cuando se elevaban. Los Feeorin consiguieron contenerlos. Cuando el Equinoccio de Otoño alcanzó la parte del planeta menos vigilada, saltaron al hiperespacio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario